Hacía mucho tiempo que no le veía, que no coincidía con él pero sí conocía su enfermedad. D.E.
Javier García Mateo era una de esas personas que apoyaba cualquier idea e iniciativa para mejorar las cosas. Javier me dejó enamorarme de la radio; de hacer radio. Era el final de los 90 cuando, por accidente, acudí a la emisora de Radio Intereconomía Madrid Este (la emisora se escuchaba en todo la zona del corredor del Henares: Coslada, San Fernando, Torrejón de Ardoz y Alcalá de Henares, principalmente); acompañando a un gran amigo que iba a uno de los programas en los que participaba, David Caldevilla profesor de la Universidad Complutense de Madrid en la facultad de ciencias de la información y, por aquel entonces, crítico de cine junto a alumnos de la facultad. No me atreví a entrar en el estudio y participar en el programa; el miedo al mundo radiofónico, a no saber qué decir, a decir algo inapropiado me impidió entrar en el estudio. Era una crítica sobre la recién estrenada película de Almodóvar «Todo sobre mi madre» No me gustó, lo que se dijo, no estaba de acuerdo en nada de lo que se expuso en el programa y manifesté, airadamente, mi descontento razonadamente. Tal era mi apasionamiento, que la productora me lanzó el guante de «por qué no vienes el siguiente programa y lo expresas». «claro que sí» respondí yo lleno de seguridad y fortaleza. Así empezó mi vida discontinua con el mundo de la radio, comencé en la emisora que dirigía Javier García Mateo.
¿Qué programa podemos hacer Miguel Ángel para llegar a los empresarios de la zona, que sea de interés para ellos? me preguntó Javier unas cuantas semanas después de habernos sido presentados formalmente. Yo acababa de constituir una consultora de estrategia empresarial y de comercio exterior y estaba al tanto de las necesidades de las empresas que querían exportar y de los autónomos (Tanto Javier como yo éramos autónomos). Iniciamos así, un programa de radio semanal los jueves por la tarde, dirigido por él pero con la temática propuesta por mí para hablar de empresas, para hablar de emprendimiento, para hablar de autónomos y para hablar, como no, de comercio exterior. En una nueva temporada, decidió que el programa se realizara los viernes por la mañana como una sección dentro del programa matinal. Estos programas tenían mucha aceptación y era escuchado por todo el tejido empresarial de la zona. Junto Javier, elaboré un plan comercial para que el equipo comercial pudiera atraer publicidad para el programa y para toda la emisora. Y se logró.
Gracias a ese programa, conocí a personas, a profesionales apasionantes. Empresarios que invertían en publicidad en la radio y que se convirtieron en compañeros del programa y, lo más importante, amigos que todavía conservo como es José Manuel Casado de Bufete Casado en Coslada.
El fin del boom de las «punto coms» trajo consigo el fin de la emisora de Intereconomía de Madrid Este con lo que mi contacto con Javier ya no era tan frecuente. Sin embargo, si seguíamos en contacto por las actividades comunes de ambos en el mundo del autónomo y de la formación que daba Javier en diferentes universidades. Javier me invitaba a acudir a sus clases para hablar de emprendimiento y de autónomos a sus alumnos. Siempre coincidíamos en la fiesta de la Embajada de Albania, mi consultora colaboraba en la oficina comercial y de turismo de Albania en España, y qué mejor excusa para volver a encontrarnos.
Perdimos el contacto al dejar de vivir Madrid y venirme a vivir a la Región de Murcia aunque; siempre sabía de él por medio de amigos comunes. La última vez que le vi, la última vez que hablamos, que coincidimos en una acto; le plantee hacer un programa de TV sobre comercio exterior pero, no pudo ser. No conseguí el patrocinio necesario.
Gracias a la oportunidad que me dio Javier de «tener mi programa de radio», he seguido haciendo radio en diferentes emisoras, participado en entrevistas en las cadenas de radio más importantes. He seguido apostando por mis ideas, por mis proyectos y propuestas aunque, como Javier García Mateo no hay muchos que quieran asumir riesgos, que quieran salir de su zona de confort; de seguir haciendo lo que se lleva haciendo «así como toda la vida». Se va un mentor del que apoya al quiere hacer algo diferente, algo distinto. «No me lo digas en la publicidad, no me cuentes nada fuera de antena que se pierde naturalidad y credibilidad. Cuéntaselo a los oyentes, y no a mí, en antena» Siempre tengo esa frase en mi cabeza antes de salir en antena, de empezar una conferencia o en la espera de una reunión. Gracias Javier.
Mis más sentido pésame y apoyo a la familia y a nuestros amigos comunes que tan mal lo están pasando estos momentos por su pérdida.